No importa si es parquet, laminado, azulejos o moqueta, el suelo siempre se desgasta mucho, por eso es muy importante limpiar cada tipo del suelo regularmente de la manera apropiada. Así se puede alargar el tiempo de duración de su suelo y producen un efecto más limpio y atractivo en su apartamiento.
El tipo de limpieza depende del tipo del suelo. Hay lavado en seco, la limpieza húmeda y la limpieza mojada.
El lavado en seco normalmente se realiza con una escoba o con la aspiradora. Suelos del material sin textil, así como la madera se limpia con la escoba para deshamuhar suciedad gruesa.
Mientras la aspiradora es útil para alfombras, pero también sirve para quitar de suelos no textiles de suciedad fina.
Para la limpieza húmeda se usa una fregona con los titulares de aleación sobre los que se pone una cubierta de algodón o de microfibra. Es aplicada por áreas grandes y lisas. Las ventajas son que el esfuerzo físico es moderado y además es favorable al medio ambiente, porque no se usa mucho detergente.
Para el suelo muy sucio es mejor mojar un escobillón y cubo de la fregona o con un trapeador con flecos.
Hay que recordar que se debe empezar siempre de la pared a la puerta. Además es necesario limpiar los aparatos utilizados cuando se terminara. Purificante y detergente se debe elegir dependiendo del suelo, en general los suelos naturales como los de madera necesitan más cuidado.